Desde la infancia hasta la edad adulta es imprescindible adoptar hábitos sencillos para mantener una buena salud visual, bucal y auditiva, y por consiguiente, tener una mejor calidad de vida. Acciones sencillas como llevar una alimentación equilibrada, consultar a un especialista con regularidad como medida preventiva y de control, tener buenos hábitos de higiene, entre otros, pueden contribuir a prevenir a futuro una enfermedad derivada del mal cuidado de estos tres sentidos.
Una inadecuada salud visual tiene consecuencias graves para la realización de actividades diarias, puede llegar a repercutir en la calidad de vida y afectar las posibilidades de interacción con el mundo exterior. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo alrededor de 246 millones de personas presentan baja visión y cerca de 39 millones son invidentes. Sin embargo, se estima que el 80% de los casos de discapacidad visual son evitables o se puedan curar.
La OMS señala que las principales causas de discapacidad visual están relacionadas con errores de refracción (astigmatismo, miopía e hipermetropía) en edades tempranas, los cuales se pueden corregir de manera sencilla a través de lentes de contacto, gafas e incluso cirugía refractiva. En los niños, las principales causas de ceguera se deben a retinopatía de la prematuridad, cataratas y carencia de vitamina A; la mitad de este tipo de discapacidades visuales son tratables. En la edad adulta, las mayores complicaciones se dan principalmente por cataratas –enfermedad caracterizada por opacidad parcial o total del cristalino– que afecta a personas de 50 años, esencialmente, y se considerable curable.
Las metas mundiales para la reducción de las discapacidades visuales están orientadas hacia el desarrollo de normas de prevención y control, la prestación de servicios asequibles y de calidad, y la realización de campañas de sensibilización sobre el cuidado de la función visual en entornos laborales y educativos. Si bien la prevención de la discapacidad visual depende en gran medida de la información que tenga la población sobre el cuidado de su salud visual, la atención oportuna y eficaz del sistema de atención en salud es prioritaria.
En el mundo alrededor de 246 millones de personas presentan baja visión
En el mundo alrededor de 39 millones son invidentes
Las cataratas afecta a personas mayores de 50 años
Con respecto a la salud bucodental, se ha evidenciado que las dolencias bucales o dentales pueden tener factores de riesgo similares a los de las principales enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias crónicas, cáncer y diabetes), dado que el riesgo de su aparición aumenta por dietas malsanas, consumo nocivo de tabaco y alcohol, además de una higiene bucodental deficiente.
De acuerdo con la OMS, en la mayoría de los países del mundo la incidencia de cáncer bucodental es de 1 a 10 casos por cada 100 000 habitantes. Además, se estima que entre el 60%-90% de los educandos del mundo presentan caries dental, y un 5%-20% de adultos mayores tienen enfermedades periodontales graves que a futuro pueden ocasionar la pérdida de dientes.
Según el IV Estudio Nacional de Salud Bucal «Para saber cómo estamos y saber qué hacemos», la caries y las enfermedades de las encías, además de afectar la salud bucal tienen implicaciones importantes en etapas como el embarazo, la gestación, el crecimiento y desarrollo, y en situaciones en las que las personas padecen enfermedades crónicas como las enfermedades del corazón, diabetes, cáncer, anemia, VIH/SIDA u otras.
Datos del Observatorio de Salud Pública de Santander (OSPS) y el programa de salud bucal departamental subrayan que «las enfermedades bucodentales más comunes son la caries dental, las lesiones gingivales y periodontales, y las pulpares, esta última como consecuencia de lesiones cariosas severas».
Se ha determinado que una dieta alta en carbohidratos y baja en fibra, y la susceptibilidad del huésped son los tres principales factores implicados en la caries. Por ello, las recomendaciones a nivel mundial sugieren mantener una eficiente higiene bucal, consumir porciones adecuadas de verduras y frutas, suspender el consumo de tabaco, y visitar al odontólogo regularmente. Los beneficios de una boca sana sin duda contribuyen de forma positiva en la salud.
En la mayoría de los países del mundo la incidencia de cáncer bucodental es de 1 a 10 casos por cada 100 000 habitantes
Entre el 60% y 90% de los educandos del mundo presentan caries dental
Entre un 5% y 20% de adultos mayores tienen enfermedades periodontales graves
En relación con la salud auditiva, en los últimos años se ha exacerbado el aumento a la exposición de sonidos fuertes de manera personal a través de aparatos electrónicos que se escuchan durante extensos períodos de tiempo en volúmenes que incluso llegan a ser perjudiciales, y de forma masiva en espacios de ocio como cines, conciertos, clubes nocturnos, entre otros; ocasionando el riesgo de sufrir la pérdida de la audición definitiva.
La Organización Mundial de la Salud calcula que «1.100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales; y más de 43 millones de personas de entre 12 y 35 años padecen una pérdida auditiva discapacitante debida a diferentes causas».
1.100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición
43 millones de personas de entre 12 y 35 años padecen una pérdida auditiva discapacitante
Es crucial detectar e intervenir de manera temprana los problemas auditivos para minimizar el riesgo de pérdida de audición, y con ellos el desenlace de consecuencias en el entorno escolar, laboral y familiar de una persona.
Además de las consecuencias individuales, la pérdida de audición repercute en el desarrollo socioeconómico de los países. En países en desarrollo, especialmente, los niños que presentan pérdida de audición pocas veces acuden a un centro educativo. Entre los adultos con esta discapacidad, la tasa de desempleo es mayor u ocupan cargos de una categoría inferior con relación a los demás. El acceso a la educación y a servicios de salud con oportunidad y calidad, así como una oferta de empleo integral es parte del reto al que se enfrenta esta población. Por tanto, cuidar la salud auditiva se debe convertir también en una prioridad para la población en general.
Gran parte de las enfermedades responsables de la discapacidad visual y ceguera se pueden prevenir o tratar fácilmente. A continuación se presentan algunas recomendaciones:
• Tome medidas de protección frente al sol y limite el tiempo de exposición a este, a fin de prevenir o retardar la aparición y progreso de las cataratas.
• Procure comprar gafas o lentes, con protección para los rayos ultravioleta, en lugares seguros y confiables.
• Realice un examen visual anualmente, a fin de detectar si existe un problema visual.
Mantenga una dieta balanceada.
• Evite frotarse los ojos, dado que puede ocasionar infecciones, lesiones, ojos rojos e incluso deformidad de la córnea. Lo mejor cuando exista molestia es cerrar y abrir los ojos o aplicar lágrimas artificiales.
• En caso de tener períodos largos frente a las pantallas descanse cada 15 minutos durante cinco minutos, parpadeando y fijando la mirada al punto más lejano posible.
• No se automedique ni adopte prácticas que afecten su salud visual.
A continuación se presentan algunas recomendaciones para optimizar la salud bucodental de la población:
• Reduzca el consumo de azúcares y mantenga una alimentación equilibrada para prevenir la caries dental y la pérdida prematura de dientes.
• Procure acabar con el nocivo hábito de fumar y reduzca el consumo de alcohol, dado que esto disminuye el riesgo de pérdida de dientes, periodontopatías y cánceres de la cavidad bucal.
• Consuma abundantes frutas y verduras para protegerse contra el cáncer de la cavidad bucal.
• Cepíllese los dientes tres veces al día, luego de cada comida, con una pasta dental que contenga fluoruro. Posteriormente, limpie sus dientes con un hilo dental.
Visite al odontólogo regularmente.
Algunas estrategias sencillas pueden ayudar a prevenir problemas de audición:
• Vacune a los niños contra las enfermedades de la infancia; especialmente, la rubéola, la meningitis, parotiditis y el sarampión.
• Evite el uso de medicamentos que puedan afectar su salud auditiva, salvo que sean recetados por un profesional de salud.
• Reduzca la exposición a ruidos fuertes en el trabajo o en las actividades cotidianas.
• Utilice auriculares que se ajusten bien y le permitan escuchar música con claridad a volúmenes bajos.
• Limite el tiempo de uso de aparatos de audio diariamente.
• Consulte a un especialista en caso de tener dificultad para oír sonidos agudos como el despertador, el timbre o teléfono, o en caso de tener problemas para mantener conversaciones en ambientes ruidosos.
• Evite introducir elementos extraños en el oído.
•Procure alejarse de las fuentes de sonido como altavoces u obras de construcción en lugares públicos.
•Evite utilizar aparatos de audio por encima del 60% de su volumen.
American Dental Association. Estilo de vida y salud oral. 2015.
Disponible en: http://www.mouthhealthy.org/es-MX/az-topics/d/ diet-and-dental-health
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Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr15/es/
Ministerio de Salud y Protección Social. IV Estudio Nacional de Salud Bucal «Para saber cómo estamos y saber qué hacemos». 2014.
Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/ENT/abc-saludbucal.pdf
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Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1139-76322011000300010&script=sci_arttext
Observatorio de Salud Pública de Santander. Datos de salud bucodental. 2015.
Disponible en: http://www.observatorio.saludsantander.gov.co/index.php/noticias/756-dia-mundial-de-la-salud-buco-dental-2015
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